Cuenco
13 mayo 2025El caldo en el fondo oscuro del cuenco
es un mar de tentáculos profundos
que agarra violentamente mis dedos,
hasta encontrarse con los ojos en el agua
—ahora turbia—.
Hay algo de mágico en lo negro,
en la oscura presencia del espejo
que atrae como encanto en lo sagrado,
un placer semejante al que posiblemente
puede traer el suicidio,
en Safo o en Narciso,
o en las pantallas iluminadas en la noche,
o los letreros de neón en las vitrinas.
Hay en el reflejo algo incierto,
una transparencia voluminosa
como encantamiento de hojas feroces
desprendiéndose del manzano para acabar en mi cabeza
deshaciendo los nudos de mi pelo ensortijado.
Mirar dentro del cuenco,
encontrar en el caldo una entrada,
una salida, un pretexto,
una otra que me mira inquisidora,
cantando melodías y presagios.