Working hours
20 mayo 2025![]() |
Levantas los brazos
zombi
tu vejiga llena
aviso de huracán
cucarachas por la casa.
Abres los ojos
antes de que suene el despertador
machacando tus últimas gotas de sueño.
Y suena el despertador.
Te explota la cabeza.
No te hacen nada las pastillas.
Sabes que no tienes ropa limpia
que te llamará en algún momento tu tío
para contarte algún chiste sin gracia
mientras se acumulan docenas de palabras
como ropa en el hamper
en las páginas que no has leído aún
y en tus libretas vacías
y en las oraciones que nunca pronunciarás.
Algo dentro de ti quiere salir
como si fuera un espejo
tragando un limón,
esperanzado con que aparezca
algún cuervo en el marco de la ventana
y la peculiaridad de entrever el futuro
sea apenas
una traición propia.
Quieres que se te abra la ciudad
pero la ciudad es apenas una fila
interminable de autos,
autos en fila,
filas de autos,
y ya no sabes si te dará tiempo para leer
todo aquello que no leíste.
¿Para qué tanto leer?
No sabes pedir ayuda.
No sabes decir que sí.
No sabes decir nada.
Escribes por no enfrentarte a la vida
como quien pierde sin ponerse los guantes.
Te sabes una docena de frases clichés
para subirte el ánimo,
y tu vida es un scroooooooooooooo
ooooooooooooooooooool.
Todo va cayendo en su sitio
como un castillo de arena
rodando con el pulgar hasta la náusea
y aún el segundero en el mismo lugar.
Hace calor aquí
no tienes ningún cohete ni tampoco importa.
No tienes corbata para desabrocharte,
por lo que te quitas la camiseta
esperando que se evapore el sudor
como un sahumerio,
pero te chorrea.
Has dejado de fumar
y escribes como quien eyacula
o sufre un paro cardíaco
intermitentemente.
Quieres que las cosas pasen
pero no pasan,
no haces que pasen,
no haces que pasen,
no haces que pasen,
no haces que pasen,
te cuesta levantarte de la cama
te has peleado una vez más con mamá
y ya no tienes una docena de amigos que levanten tus llamadas.
Sabes que la única oportunidad
que tendrás será alguna exposición
alguna fiesta del libro
la Blandino
o quizá
o quizá
o quizá
ya es hora de que vuelvas a ver el reloj
y te das cuenta de que cada vez que mamoneas
se hace más y más tarde.
Siempre llegas tarde a todo.
Quieres buscar un cierre
para los poemas que has trabajado,
pero apenas te queda algo llamado “I Remember”
como una secuencia de oraciones sin orden
que se presentan como fragmentos de la nada.
Los años se suceden así,
mientras queda un poco de batería en el celular.