El alma de las palabras encuentran su cuerpo en las letras, creadas una a una con la fuerza del trazo que las esboza. Los contornos, texturas y dirección de la línea, revelan la inseguridad o exceso de confianza, la velocidad o pausa de las ideas, el límite del conocimiento como políticas de lo cotidiano y sobre todo, la ingenuidad: los secretos más íntimos que la memoria de nuestros músculos no puede ocultar. Las letras hechas a mano conservan el encanto del descubrimiento, esa frágil hendidura de la puerta que nos permite mirar hacia los aposentos del universo interior, si es que acaso somos lo suficientemente hábiles de mirar.

Hace muchos años, le pedí a Gabina que me escribiera sus letras. Creí ingenuamente que al tener su caligrafía, podía guardar para mí ese vehículo expresivo que poblaba listas de supermercado y donde las faltas de ortografía te regresan la poca humanidad que se te deshace con los días. Su caligrafía infantil, hilvanada una ternura que te hacía olvidar que existe algo llamado olvido que te lleva a terminar encima de cualquier estante de libros, sobre los manteles de plástico y las cortinas.

Gabina me complació. Le pedí que me escribiera varias veces con un marcador la letra “A” (en mayúscula y minúscula), hasta llegar a la última letra. Si quieres conocer la personalidad de quien escribe, debes reunir el material suficiente para tener una idea de las irregularidades de los patrones. Al ver el conjunto de letras, empiezas a notar una ligera tendencia a cortar las palabras, a que las vocales salgan siempre diferente. No hay una regla exacta, sino un estado anímico revelado en las palabras, maneras de pensar y pensarnos. En algunas ocasiones, tenía que dibujarle el ejemplo de algunos de los caracteres que ya había olvidado. Sin embargo, las letras sueltas sin contexto no te muestran todo. Debes tener alguna frase completa para lograr una naturalidad en el pensamiento, una continuidad. Entonces, le pedí que escribiera un par de cartas, una para Sayonara y otra muy especial para Miguel. Leer esas cartas es abrir una llave difícil de cerrar.

Le pedí también que me escribiera el nombre de los alimentos que le hacían falta en la despensa, ejercicio que hacíamos cada dos semanas. Como nota al margen y con la intención de sacarle una sonrisa, le pedí que dejara por escrito constancia de que se comprometía a cerrar muy bien la puerta para que los ladrones del barrio no se llevaran los alimentos ni los chelitos escondidos en las gavetas. Me arrepiento de no conservar todas esas “cebollas”, “binagres”, “begetales mixtos”, “sazon liquido”, “arroz” y algunas veces, “pasas”, en esos hermosos bouchers del Nacional escritos por Gabina.

Hay algo mágico cuando te quedas mirando los trazos de una letra hecha a mano de alguien a quien realmente has querido. Empiezas a creer descubrir la intención de cada línea, y armas el muñeco de tu propia humanidad. En el fondo, todo lo que digas será inútil. Hoy 10 de octubre del 2023, es la primera vez en que no sé de qué sirven las palabras en las listas de supermercado, cuando este martes cualquiera tienes bien claro que ahora sí es de verdad que no existen ángeles negros en San Carlos y que has cambiado para siempre.

Dejaste de ser aquel tipo que iba los domingos a escuchar insultos y amenazas de muerte en el barrio, de escribir en un segundo piso lleno de dulzura, a pasar el rato en una terraza viendo las plataneras con sus promesas de neveras llenas y palomas como ratas en los cables eléctricos. Tienes desgarradoramente claro que una parte suya solamente estará presente exclusivamente en tus recuerdos, en la mecedora vacía, en las fotografías de la familia y que aún permanece en tu amor por la tipografía, las palabras y las cosas. Tienes claro que terminar de escribir, concluir una idea como que hoy hubiese sido un día de fiesta, sería como marcar un punto negando todo lo que has creído siempre. Quieres celebrar, reír, recordar con agrado que un ser maravilloso existirá en ti cada vez que pases por el pasillo 5 del supermercado. 

Gracias por tanto Gabina.

—Claudio Mena. 10.10.2023