El Caribe no es una palmera,
lo siento por usted
que ha venido a encontrar
lianas y guineos:
usted que ha soñado
con ver anacondas encaramadas en los edificios,
desparramadas sobre las mesas de los bares
y leones comiendo niños,
negras con turbantes de menudos colores
y nalgas enormes
en las que cabe el mundo,
mientras los arenales le cubren el cuerpo.
Lamento su decepción:
El Caribe
-como habrá de comprender-
no es un racimo de prostitutas esperándolo en fila
listas para saltarle
como garrapatas sobre los perros,
ni un paraíso en el que los autos son quizá
animales en peligro de extinción,
ni tampoco un dólar que cae
tocando suelo
haciendo crecer la yerba y las amapolas.
El Caribe -si es usted observador-
es una línea desdibujada.

Poema extraído de "Otros poemas sin importancia" del poemario "Graffiti",
publicado por Ediciones Moñohecho en Mayo del 2018.