*Mi gato ha muerto.


Vino a balancearse en mi último sueño y sus contornos son nubes alargadas que deshacen la infinita tertulia en el vacío. Nos hablábamos con las manos que no volverán a acariciarle, dialogaron sus ojos la profundidad y su silencio implacable, un manojo de aves que revolotean esparciéndose.

*Cielo despejado.


En mi sueño lloré y lloré una laguna de deseos y el agua se volvió un cántaro en mi cráneo, sostenido por el zigzag de su cola en movimiento. El zinc del tejado también lloró y las gotas derramadas fueron lágrimas oxidadas.

Ayer incluso creí verle vagar con sus ojos chinos en las sombras cercanas de las casas,
estirado como una larga alfombra en el aire.

Ahora hay un gato blanco muy feo que aprovecha
su ausencia para mear los alrededores
de la casa de la Gaby.

Poema extraído de "Otros poemas sin importancia" del poemario "Graffiti",
publicado por Ediciones Moñohecho en Mayo del 2018.